
“La palabra estaba en el vientre de María. El Inspiró a su madre a visitar a Elizabeth. María le llevó a Juan a su Amo y Rey. Juan no podía venir porque su madre era mayor para emprender ese viaje. Jesucristo fue con él. Hizo lo mismo por nosotros. No podíamos ir a Dios. Dios vino a nosotros. “San Julián Amar”
Mt 28, 16-20 En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea y subieron al monte en el que Jesús los había citado. Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos titubeaban. Entonces Jesús se acercó a ellos y les dijo: “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y enseñen a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándolas a cumplir todo cuanto yo les he mandado; y sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”.